Afrodisíaco



Del latín aphrodisiacus y del griego ἀφροδισιακός, venéreo.
Adjetivo. Que excita o estimula el apetito sexual.
Diccionario de la RAE

Buscar la estimulación del apetito sexual ha llevado a hombres y mujeres a recurrir a preparaciones culinarias exóticas, generalmente con ingredientes y sazón afrodescendientes, a la búsqueda de rituales sociales que exijan el roce de los cuerpos inocentes como el baile y "avanzados" como fiestas de intercambio de parejas. Algunos se someten a experimentos ancestrales, caseros, que no tienen relación con el sentido común.

La búsqueda contribuyó al uso, creación y venta de drogas y medicamentos que se asocian, bien sea por cuesitones míticas o científicas, en la consecusión del objetivo.

El viagra llegó a vender un BILLÓN DE DÓLARES entre 1.999 y 2.001, lo usaron y lo siguen usando personas de diferentes edades y aunque se ha advertido sobre sus efectos secundarios tiene un mercado importante, que buscan incrementar los vendedores pseudo clandestinos que envían a nuestro correo basura sobre grandes promociones de viagra.

Los ingresos de la industria pornográfica fueron en el 2006 de 97 mil millones de dólares y en el año 2009 se vieron gravemente afectadas sus ganancias por la crisis, a tal punto de pedirle al gobierno de EE UU que les diera 5 mil millones de dólares para recuperarse.

Realmente, debo decir, que todo lo anterior me parece un tanto ridículo, quizá el viagra resulte necesario para personas con disfunciones erectiles de origen fisiológico, que asocio imaginariamente con viejos verdes a los que no me interesa defender.

Buscar estímulos de cualquier tipo para generar apetito sexual hace más identificable y manejable al consumidor por parte de ciertas industrias, al irse a lo básico y no a lo creativo, se ve el estancamiento de la publicidad por remitirse a esa necesidad. El género masculino resulta ser el más manipulable por su naturaleza simple.

Al ver las dimensiones culturales, económicas, científicas y físicas de lo afrodisíaco no puedo más sino sentirme como una extraterrestre.

Lo más afrodisiaco que puede haber para mí es un hombre sincero que me admire y que me mire con ilusión, que me diga lo valiosa que soy, que sepa dar abrazos que me llenen de energía y ternura, que sea cortés y que me consienta.




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