Confusión



A veces las cosas se presentan como realmente son... confusas.


Cuando ves tu cuarto desordenado y no te afanas por arreglarlo es porque tu "territorio" está reflejando que te sientes y estás en medio de la confusión. Sabes dónde está cada cosa y eso es lo más importante. A veces se deja el desorden, porque no permite ver lo vacío del cuarto, porque genera la sensación de urgencia, variedad, desolación y soledad.

A veces la cama te seduce más, pareciera posible el hecho de dormir eternamente sin importar si hay luz u oscuridad, la pereza te absorve.

Cuando te absorve la pereza, dejan de importarte muchas cosas, olvidas otras, no quieres salir de casa, avitas visitar a tus amigos, ves mucha televisión.

La televisión genera más pereza, pereza mental y sigue degenerándote hasta que encuentras algún programa interesante que produce angustia o tristeza y te hace cuestionarte sobre tu papel en el mundo.

Los sueños se vuelven esquivos, los abrazos menos frecuentes y las cosas que te propusiste antes empiuezan a caerse con argumentos estúpidos disfrazados de pensamientos profundos.

Sin futuro, sólo queda el eterno presente que carece de sentido, la monotonía, el trabajo, la calle, el recorrido, las mentiras en los noticieros, el semáforo siempre amarillo, queno se sabe si avisa que ya es hora de detenerse o de avanzar.

Sin siquiera desear un chocolate, para la noche que da fin a una semana sin logros.

Original escrito el 29 de noviembre de 2009.

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