Existía un país hecho de papa. Sus gentes eran regordetas y de mejillas rojas. Eran trabajadores, alegres, se preocupaban mucho por sus familiares, tenían costumbres arraigadas, creían en Dios y en la biblia.
Un día, llegó del exterior un barco cargado de conceptos. Cuando llegó al puerto principal de aquel país uno a uno se bajaron los conceptos. Primero bajó Organización, luego Estructura, después Crecimiento, los abrazaba a todos Liderazgo, mientras traía a los últimos dos que se la pasaban juntos Planeación y Futuro.
Las gentes del país papero recibieron a los conceptos con un baile típico, con las mujeres más bellas de la región, una comilona y una fiesta.
Organización y Estructura disfrutaron los contrastes que ofrecía la cultura, incluso aplaudieron las riñas de borrachos. Crecimiento se puso a bailar y a beber como loco hasta que perdió la memoria.
El Liderazgo quiso ayudar a organizar, le encantaba socializar con los demás conceptos y con la gentuza, prefería estar siempre rodeado de las muchachas y fue tan agradable que al día siguiente lo eligieron alcalde. Planeación y Futuro se escaparon juntos a otras tierras.
Se dice que desde ese entonces la Estructura y la Organización son más flexibles, el Crecimiento se disfruta la máximo cuando está, pero se pierde con poco, el Liderazgo anda en malos pasos y nadie, en el país de la papa, piensa en el Futuro, ni se preocupa por construirlo.
Nadia Rojas Muñoz Comunicadora y Filósofa Organizacional.
Un día, llegó del exterior un barco cargado de conceptos. Cuando llegó al puerto principal de aquel país uno a uno se bajaron los conceptos. Primero bajó Organización, luego Estructura, después Crecimiento, los abrazaba a todos Liderazgo, mientras traía a los últimos dos que se la pasaban juntos Planeación y Futuro.
Las gentes del país papero recibieron a los conceptos con un baile típico, con las mujeres más bellas de la región, una comilona y una fiesta.
Organización y Estructura disfrutaron los contrastes que ofrecía la cultura, incluso aplaudieron las riñas de borrachos. Crecimiento se puso a bailar y a beber como loco hasta que perdió la memoria.
El Liderazgo quiso ayudar a organizar, le encantaba socializar con los demás conceptos y con la gentuza, prefería estar siempre rodeado de las muchachas y fue tan agradable que al día siguiente lo eligieron alcalde. Planeación y Futuro se escaparon juntos a otras tierras.
Se dice que desde ese entonces la Estructura y la Organización son más flexibles, el Crecimiento se disfruta la máximo cuando está, pero se pierde con poco, el Liderazgo anda en malos pasos y nadie, en el país de la papa, piensa en el Futuro, ni se preocupa por construirlo.
Nadia Rojas Muñoz Comunicadora y Filósofa Organizacional.
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