RSE: ¿se da realmente en Colombia?

En el Primer Encuentro de Responsabilidad y Desarrollo Social, COLOMBIA RESPONSABLE, hay muestras de empresas grandes y PYMES, de ONG'S, de Instituciones Públicas que exponen su trabajo e inversión en Responsabilidad Social (RS), sin embargo el país sigue siendo uno de los más desiguales, mientras muchas empresas obtienen grandes utilidades, " 200 millones de niños mueren por no contar con los servicios básicos" (como se vio en la ponencia de Peter Siegel, profesor de ética en Australia.

Es bonito que se toquen estos temas en un país que lo necesita, es bueno que se traigan invitados internacionales y que algunos personajes colombianos se asomen y hablen también sobre la aplicabilidad de la RS en nuestro contexto particular, pero lamentablemente la experiencia nos enseña a desconfiar y se comienza a indagar (y para eso sirve la academia) sobre lo que realmente es el concepto de RS y lo que entienden los queridos empresarios y gobernantes.

En la cultura colombiana se encuentra la respuesta, en la tradición católica de dar limosna al pobre, de ser "compasivo", de la expresión "pobrecito", de la riqueza de familias cuyos apellidos se repiten en la historia, de gobiernos que desde épocas pos independentistas han exprimido las riquezas del país, sin entregar nada a cambio, además de cantidades de personas que viven y se mantienen en la pobreza, a la vez que se multiplican, incrementendo así la miseria.

Este contexto lamentable, presentado anteriormente, deja en claro que la RS no es un tema que se encuentre en nuestra historia y cultura, por tanto las buenas voluntades se quedan en obras de caridad, proyectos no muy claros, donaciones con el fin de tapar obras que se han hecho en contra de la sociedad.

Un ponente que trabaja en consultorías TRUST, señalaba el ejemplo claro de Pablo Escobar, un líder de la mafia del narcotráfico, que hacía obras sociales y ganó la aceptación de la gente, porque cubría además una parte del Estado Benefactor Populista que está aún en el imaginario de muchos.

Somos un pueblo ignorante y con altos índices de corrupción, de doble moral. La verdadera responsabilidad comienza, cuando se es transparente, cuando como individuos u organizaciones regimos nuestras acciones por la ética y posteriormente, elevamos esas acciones a otros ámbitos que compromenten a los entornos y a la sociedad en general, generando confianza y arraigo, además de un cambio gradual en la cultura.

Es en el punto de la ética donde empieza todo el cambio favorable para el país, tanto social como económico e incluso político, pero precisamente es el punto en el que aún fallamos y es en ese punto en que realmente existe la Responsabilidad Social Empresarial.

Ahora... ¿será que son tantas las organizaciones y personas que contribuyen a los objetivos reales del tema tan aplaudido?

y si en realidad ¿nosotros como ciudadanos no estamos contribuyendo a que nuestro bello país se hunda en su miseria por el hecho de obrar por viveza y no por rectitud?

Son respuestas que cada uno de nosotros debe responderse así mismo, pero es necesario hacerlas, para que por lo menos antes de hacer un torcido, condenar una comunidad al desarraigo o pagarle a unos matones para que acaben enemigos de la multinacional en su sede recóndita en el Tercer Mundo, se piense dos veces.

NADIA ROJAS MUÑOZ
Comunicadora Social para la paz
nadiareds@yahoo.es

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