Equivocación

A veces creemos que el hecho de no creer, nos hace inmunes a las necesidades del alma, pero resulta ser que simplemente la expresión de la espiritualidad necesita ser más auténtica y está más ligada a la razón.

Las equivocaciones sin reflexión van desmoronando el alma acaban con nuestra esencia, nos llevan a tomar decisiones erradas, una tras otra, y éstas se unen al círculo contra-alma, pero es necesario hacer un alto
bien sea porque un balde de agua helada cae sobre nuestras cabezas calientes y huecas, o porque por fin logramos llenarlas con algo y enfriarlas un poco con nuestra propia voluntad.

Hasta este momento es que empieza el análisis retrospectivo, ya no más palabras de cambio, el cambio debe manifestarse para mostrar al mundo y comprender nosotros mismos quiénes somos y de qué somos capaces, que aunque tengamos miedos y debilidades, por fin podemos hacerles frente, recuperar la valentía y vernos a nosotros mismos y a los demás, como instrumentos de la vida, somos mensajes que llegamos a quienes conocemos, no queremos ser olvidados por tanto ese mensaje ha de ser constructivo para quienes lo reciban, debe servir para sus vidas y su futuro.

En mi caso sucede algo extraño y curioso, no acabo de cometer una falta cuando ya estoy pagando por ella, sea conciente o inconcientemente; el caso es que ya acepté mi parte de la responsabilidad y espero no tener que hacerlo de nuevo, bajo tantas equivocaciones.